Cuenta la historia de un soñador, de un trovador de futuros, que cada vez que conocía a alguien digno de relato le regalaba un sueño sin que lo supiera. Que conoció personas dignas de grandes novelas, de grandes aventuras para soñar, y conoció a una, a la única, a quien le regalo sus mas grandes aventuras, con quien soñó mas relatos de los que puede sostener una biblioteca. Pero no solía hablar, ni alcanzó a susurrar sus sueños. se los guardaba como tesoros, esperaba por los días para que las aventuras de sus sueños comenzarán, para ser compartidas. Así es como volvió su presente mágico.. así logró hackear la realidad... al menos por un tiempo.
El problema en compartir los sueños es que invitas a habitar en ellos a aquellos con quienes anhelaste cumplirlos, dejan de pertenecerte, le invitaste a un recuerdo aún no creado.. Pero es un recuerdo, que no alcanzó a suceder. Si aquella persona ya no está contigo continúa en tus sueños, en estos "futuros alternos" que iban a ser perfectos, se quedan ahí para siempre.
Y lo doloroso es cuando estos futuros alternos se acercan al presente, colapsando sobre nosotros, enrostrandonos un: "pudo haber sido así este momento, este preciso momento".
Y si cada sueño fue compartido, regalado, si cada sueño tiene inquilinos hoy ausentes;
Como hacerlo para seguir soñando?
Que hacer cuando ya no quedan sueños?
Si los que ya habías creado son obras de arte como rechazarlos?
..que sabor podría tener una vida de sueños mediocres? -ni quiero pensarlo-.
que hacer cuando tus sueños ya tienen propietarios*? *(mas bien protagonistas)
no tengo idea, sólo conozco un final probable.
Cuenta la historia de un trovador de futuros, que encontró la mejor forma para sus cuentos inspirados en una única persona, que lo llenó la belleza de aquellos relatos y lo espantó el horror de alterarlos y reemplazarlos.
Cuenta la historia de un soñador que dejó de soñar, que conservó sus antiguos sueños como las obras de arte que son. Se negó al engaño de que hubieran mejores o iguales, observo con dulce y triste mirada como el tiempo de estos colapsaba, como sus cuentos nunca fueron y se marchitaban.
Esta fue la historia del soñador que dejo de soñar, que logro los sueños perfectos, plenos, pero nunca los pudo hacer realidad.
..Salvo uno; el día infinito. fue suficiente -a veces se repetía-, fue perfecto.
un perfecto comienzo, aunque bien nunca sabemos de finales.
comienzos los hay pero no finales, final es cuando el escritor dejó de escribir o el lector de leer.
Pero los sueños se marchitan... obra del tiempo, está sucediendo.
"El soñador que dejo de soñar"; sólo conozco un final probable.
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