>> para el extracto integro de principio a fin abrir todos los botones. (Incapaz de quedarme con sólo una cita).
—¿Ha tenido usted muchas aventuras, señor?
Respondo maquinalmente:
—Algunas—, echándome hacia atrás, para evitar su aliento pestífero.
¿Pero por qué? ¿POR QUÉ?
Sábado, mediodía.
~Break~
Segunda parte.
Que es una aventura?
Cuando comienzan?
Cuando terminan?
Cuando comienzan?
Cuando terminan?
El texto anterior lo cito porque justamente
llega a mí en un periodo donde desentraño los misterios de “la aventura”. Y algo
indirectamente relacionado con ella; el sentimiento empapado de resignación que
le da un carácter de ficción: Acaso las aventuras son solo de libros y películas?
Por supuesto que no, a mi parecer
no, pero es ese sentimiento de resignación en el ideario colectivo el que me
preocupa. Hay muchas personas que cargan en su pecho distintos tipos de deseos,
sueños y angustias, algunos son sentimientos sumamente abstractos e indefinidos
mientras otros son concretos, y es curioso pero cuando lees un libro o ves una película/serie
que desarrolla personajes con estos mismo sentimientos, cuyo periplo se siente
como propio, cuyos demonios destruidos se sienten como propios, la angustia en
el pecho se define, se resuelve, y hasta pareciera que deja de pertenecernos,
se ha librado a través de la obra (un hurra por el arte y su catarsis), pero
realmente esa sensación de liberación, de escupir una bola de pelos que nos
tenía atorados, es real?. Acaso no hemos vivido la resolución de nuestros
problemas a través de la ficción? Como espectadores? Y más interesante aún; si
es un personaje de ficción el que resolvió nuestros problemas, porque nos
sentimos más aliviados nosotros? Porque llegamos a creer que hemos avanzado en
algo nuestra angustia?. Aún no hemos actuado, acaso está bien que el único
deshago a estos sentimientos sea a través de la ficción? Acaso las aventuras
solo existen en libros y películas? Acaso realmente, ese sentimiento de
resignación de las personas, de estancamiento, de aceptar el guión, no tiene
nada más que entregar que sentirse vivo al digerir ficción? Existen las
aventuras?
Y la pregunta final, que aguarda oculta en la sombra; cualquiera que se haya sentido liberado y resuelto por un obra, posiblemente catalogándola como “favorita”, sabe bien esto: la catarsis, el deshago, es temporal. Porque pronto el deseo regresará y más fuerte, porque te recordará que tu deshago solo existe en un mundo en tu imaginación (tu fuga, tu sueño). El sentimiento angustioso sigue ahí, aguardando…. por tu propia aventura.
Y la pregunta final, que aguarda oculta en la sombra; cualquiera que se haya sentido liberado y resuelto por un obra, posiblemente catalogándola como “favorita”, sabe bien esto: la catarsis, el deshago, es temporal. Porque pronto el deseo regresará y más fuerte, porque te recordará que tu deshago solo existe en un mundo en tu imaginación (tu fuga, tu sueño). El sentimiento angustioso sigue ahí, aguardando…. por tu propia aventura.
La sociedad se ha vuelto
tremendamente resignada; las aventuras quedan para los libros y películas, no
para el mundo real. –Dicen-
Hay un sentimiento de aventura diferente, que es saciado por letras de canciones contestatarias, por películas panfletarias sobre revolución y derrocación de gobiernos, sobre libros impregnados de sentimientos nostálgicos e inefables. Pero nada vivido realmente por ti, la satisfacción fue al ver estas obras, porque las aventuras son de los libros y las películas no?.
Hay un sentimiento de aventura diferente, que es saciado por letras de canciones contestatarias, por películas panfletarias sobre revolución y derrocación de gobiernos, sobre libros impregnados de sentimientos nostálgicos e inefables. Pero nada vivido realmente por ti, la satisfacción fue al ver estas obras, porque las aventuras son de los libros y las películas no?.
Esa resignación es la
preocupante, el asumir que la vida es como la ha planteado el guión, la vida
segura, el trabajo estable, la familia, la casa, endeudarse pero no mucho, pues
debes mantener una ilusión de que lo alcanzaras a pagar durante tu vida.
Entonces no te atreves a la aventura. No te atreves a dejar tu familia. No te atreves a viajar sin rumbo. No te atreves a estudiar lo que disfrutas.
Entonces no te atreves a la aventura. No te atreves a dejar tu familia. No te atreves a viajar sin rumbo. No te atreves a estudiar lo que disfrutas.
Que es una aventura?
Nos vamos acostumbrando a decir
“no tengo nada que contar”, nada durante estos últimos 3 meses. Nada durante
estos últimos 6 meses. Nada durante este último año. Nada importante durante los últimos 5 años. Nos
vamos acostumbrando. Y Pronto, la vida es una serie de vicisitudes sin
importancia, planas, simples, totalmente predecibles, entonces los detalles no
hacen más que volverse relevantes para la ilusión de satisfacción, de
movimiento, pero es como ver una pintura describiendo que quiere cambiar sus
colores.
Un cuadro que te dice "me gustaría ser más azul", y lo seguirá diciendo sin éxito.
Un cuadro que te dice "me gustaría ser más azul", y lo seguirá diciendo sin éxito.
Acaso tanto libro y película no nos deja con esa adrenalina particular? Ese deseo de victoria, de enfrentamiento, de lucha, de exploración, de descubrimiento, de romance, creación. Por que dejamos todo tras la pantalla? Porque no nos comprometemos con nuestros propios anhelos?
Alguna vez, durante un breve
momento, tuvieron una “aventura”? que se sintió? Como se recuerda?
Qué importa que algo parezca
imposible o simplemente difícil.
Que importa que nos veamos pequeños frente a un coloso. Esas son las mejores, las más épicas.
A ese punto voy, porque al ver el coloso, preferimos resignarnos, aburridamente, quedándonos en el mismo lugar hasta la muerte, en vez de emprender una aventura de éxtasis hasta nuestro final.
Eso es a lo que me refiero, la muerte siempre es la garantía. Lo importante es como jugamos. Lo importante es aceptar morir, desear morir, para disfrutar cada segundo.
Quien se apega demasiado a la vida se condena a estar en una jaula.
Que importa que nos veamos pequeños frente a un coloso. Esas son las mejores, las más épicas.
A ese punto voy, porque al ver el coloso, preferimos resignarnos, aburridamente, quedándonos en el mismo lugar hasta la muerte, en vez de emprender una aventura de éxtasis hasta nuestro final.
Eso es a lo que me refiero, la muerte siempre es la garantía. Lo importante es como jugamos. Lo importante es aceptar morir, desear morir, para disfrutar cada segundo.
Quien se apega demasiado a la vida se condena a estar en una jaula.
Del extracto anterior citado me
marcó la parte de “todos los lugares se parecen luego de un par de días”. No
está lejos de lo que he visto, hay matices muy pequeños entre los distintos
cuentos. Cambia la arquitectura, los personajes, los códigos, pero algo en lo
profundo, que es el entramado mismo, sigue igual, y luego de un tiempo se
percibe. Porque la aventura real no está en cambiar de lugar o de gente, en
cambiar de ciudad o empleo, la aventura real está en la predisposición nuestra,
está en la determinación y la voluntad. En actuar diferente, en decidirse, en
arriesgarse!
Obviamente alguno de los cambios anteriores nos predisponen a cambiar nosotros, pero la aventura siempre ha estado en nuestra actitud frente al guión.
Obviamente alguno de los cambios anteriores nos predisponen a cambiar nosotros, pero la aventura siempre ha estado en nuestra actitud frente al guión.
Es en especial cuando comenzamos
a tomar decisiones, y a hacer sacrificios, cuando las aventuras comienzan. Hay
que perder algo valioso para construir algo valioso. Es la alquimia de nuestras
vidas. Eventualmente si queremos ser algo totalmente diferente se tendrá que
destruir todo lo que fuimos,. Eventualmente si queremos que nuestra historia se
escriba diferente, nosotros tendremos que hacernos cargo de la pluma.
Eventualmente, si queremos dejar lo predecible, tendremos que lanzar los dados, cometer errores, sufrir, quemarse, y seguir.
Eventualmente, si queremos dejar lo predecible, tendremos que lanzar los dados, cometer errores, sufrir, quemarse, y seguir.
Es natural, como dije anteriormente,
la muerte es una garantía, y algunas veces se puede morir más de una vez. Pero
como el cliché; hay quienes mueren y quienes jamás han vivido.
pero que.. que es la aventura?
Tercera Parte
Están quienes ansían desde lo más profundo que algo altere su "normalidad", que fracture la realidad presente, y la aventura comience...
Esos breves fragmentos de nuestras vidas que son dignos para plasmar en la memoria, en paginas, que no tienen nada que envidiarle a una película. Esos momentos que aún emocionan al recordarlos, sean buenos, malos, confusos, dañinos. Aquellos que nos hacen sonreír, aquellos que nos duele aún en el corazón, o ambos. Son los que nos crearon.
Acá no tengo mucho más que agregar, todos habrán tenido esos momentos, esos fragmentos de aventura. Hayan sido travesuras de niños, metiéndose a casas abandonadas, o en un bar de mala muerte, acabar en el lugar más decadente imaginable que podría resultar el más divertido, terminar perdido en un bosque, terminar botado en un mochileo sin dinero, equivocarse de bus, quedarse dormido en él. Algunos son accidentes, otros los buscamos, otros nos encuentran, el dogma serendipia.
No hay mucho más que agregar, hay quienes quieren construir su vida de aventuras, de impredecibles, de paréntesis que parecen "ajenos a nuestras vidas", y quienes ceden al Gran Guión.
Y si la vida se llenará de aquellos momentos "ajenos", de aquellas aventuras, fragmentos arrancados de algún cuento, si la vida entera fuese así y nos volviésemos novela. Entonces ya nada de ello seria ajeno, lo único ajeno sería aquello que el resto llama "normalidad". Lo único ajeno sería la resignación.
Porque hay quienes tienen este deseo de aventura tan grande en su pecho mientras otros no?
Un deseo tan grande que eventualmente los llevará al peligro, la soledad, y lo desconocido?.
Como sea, hay quienes nacieron con este deseo, y si tratan de vivir una vida predecible sentirán la náusea en su pecho. Sólo aventurándose a ser novela podrán saber lo que se siente saciar ese deseo.
El deseo de aventura.
de fulminar la resignación.
el status quo
el juego de roles.
El deseo de que algo fulmine a la fucking normalidad.
Tercera Parte
Están quienes ansían desde lo más profundo que algo altere su "normalidad", que fracture la realidad presente, y la aventura comience...
Esos breves fragmentos de nuestras vidas que son dignos para plasmar en la memoria, en paginas, que no tienen nada que envidiarle a una película. Esos momentos que aún emocionan al recordarlos, sean buenos, malos, confusos, dañinos. Aquellos que nos hacen sonreír, aquellos que nos duele aún en el corazón, o ambos. Son los que nos crearon.
Acá no tengo mucho más que agregar, todos habrán tenido esos momentos, esos fragmentos de aventura. Hayan sido travesuras de niños, metiéndose a casas abandonadas, o en un bar de mala muerte, acabar en el lugar más decadente imaginable que podría resultar el más divertido, terminar perdido en un bosque, terminar botado en un mochileo sin dinero, equivocarse de bus, quedarse dormido en él. Algunos son accidentes, otros los buscamos, otros nos encuentran, el dogma serendipia.
No hay mucho más que agregar, hay quienes quieren construir su vida de aventuras, de impredecibles, de paréntesis que parecen "ajenos a nuestras vidas", y quienes ceden al Gran Guión.
Y si la vida se llenará de aquellos momentos "ajenos", de aquellas aventuras, fragmentos arrancados de algún cuento, si la vida entera fuese así y nos volviésemos novela. Entonces ya nada de ello seria ajeno, lo único ajeno sería aquello que el resto llama "normalidad". Lo único ajeno sería la resignación.
Porque hay quienes tienen este deseo de aventura tan grande en su pecho mientras otros no?
Un deseo tan grande que eventualmente los llevará al peligro, la soledad, y lo desconocido?.
Como sea, hay quienes nacieron con este deseo, y si tratan de vivir una vida predecible sentirán la náusea en su pecho. Sólo aventurándose a ser novela podrán saber lo que se siente saciar ese deseo.
El deseo de aventura.
de fulminar la resignación.
el status quo
el juego de roles.
El deseo de que algo fulmine a la fucking normalidad.
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