El miedo a la oscuridad es el miedo a la ausencia de
paredes, de suelo, de límites. La oscuridad tiene una cualidad curiosa; aunque
no lo debería, se vuelve infinita.
La percepción humana no haya limites en la oscuridad,
ni siquiera los propios.
...
...necesitamos saber que somos, de que estamos hechos, hasta donde llegan nuestros limites..
necesitamos de una forma.
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...necesitamos saber que somos, de que estamos hechos, hasta donde llegan nuestros limites..
necesitamos de una forma.
¿Qué es el humano? ¿Qué es la identidad?
¿Todos somos iguales? ¿Todos despertamos igual?
¿Podría llegar a crearse un androide con mas compasión,
sensibilidad, creatividad y escepticismo
que el humano que está más preocupado en follar y vivir que en otra
cosa?
¿Por qué solo algunos se plantan frente a la vida a
cuestionarse todo lo que le han enseñado?
¿De dónde proviene "La Duda"?
Dividir a las personas bajo etiquetas siempre es
ingenuo, pero aún así…
Hay dos tipos de personas, suelo hablar de las
personas de los ojos tristes, pero y las otras?
Hay dos tipos de personas; Las personas de ojos
tristes y las personas de ojos felices, esta solo es una forma infantil y emo
de describirlo, pero hay una forma más precisa; Están quienes necesitan un
motivo para morir y quienes necesitan un motivo para vivir. Y procedo a
explicar:
El hombre como mamífero ha heredado una serie de
instintos de orden animal, pero ha adquirido tal nivel de naturaleza artificial
que su re-incorporación a su ambiente natural ya es incompatible. Las nociones
de higiene u orden en una cueva o sobre un árbol tienen poco que aportar.
Pero hay instintos enraizados, y el mayor de ellos es
el instinto de conservación, que de manera pasiva se refleja en el cariño o
deseo del concepto familiar, ergo, procrear, y en su forma mas activa en el
axiomático comportamiento de vivir, pues, es “obvio” que hay que vivir… o no?
El instinto de conservación nos empuja a vivir la
mayor cantidad de tiempo posible, simplemente sería absurdo ceder a la muerte,
quedarse ahí tirado sin comer y sin moverse. La necesidad de vida está ahí
latente. Pero esto es solo para el standard de la raza humana.
A este tipo de personas, por supuesto esperan vivir
largas vidas, pero estarían dispuestas a tranzar con ellas por “algo mayor”, como
la fe, la libertad, la justicia, la protección, el amor. Conceptos grandes aún
mas enaltecidos por quien está dispuesto a dar su vida. En un régimen totalitario estarías dispuesto
a dar tu vida por un bien mayor, por la libertad, por un futuro que no será
para ti, quizás ni siquiera para tu familia, pero será un futuro más justo y
más libre para los otros. O bien tu ideología religiosa puede llevarte a dar tu
vida para proteger los valores que crees salvarán a la humanidad frente a la
corrupción del alma. Y así y así…
Eventualmente, aunque tengas gran aprecio por tu vida
y las aspiraciones a su longevidad, podrías dar tu vida, podrías aceptar la
muerte, pero frente a un gran motivo. Por supuesto, esto se aplica a un cumulo
de gente que pone su mente o corazón por sobre sus instintos. Aún asi, son
quienes “necesitan un motivo para morir”. Si el motivo no es lo suficientemente
grande simplemente no van a dejar de aferrarse a la vida, no saldrán de su
status quo.
Pero, y aquí es donde se vuelve interesante, hay otro
tipo de personas, de otra naturaleza, pues dicho instinto de conservación que
he mencionado es quebrantado, ya sea por sus mentes (fuente racional) o por sus
corazones (fuente emocional o espiritual, quien sabe). Como sea, la sola idea
de que una especie puede quebrantar sus instintos biológicos, sea a través de
de la mente o de las emociones, ya es algo fascinante y demasiado curioso.
¿Acaso la depresión es una mutación?
Estas personas son capaces de poner en duda la inercia
de “vivir por vivir”, rompen el instinto de conservación, y aquí se vuelve aún más interesante; a menos que tengan un motivo lo suficientemente interesante para
vivir, caerán en un vortex de depresión que los podría llevar a estados autodestructivos
y eventualmente vivir en miseria o acabar con sus vidas. Estas personasn no van
por ahí pensando en matarse, no es una caricatura, estas personas “necesitan un
motivo para vivir”. Es así de simple, sin un motivo lo suficientemente bueno para
vivir, pues la vida carece de sentido, y la muerte existencialmente se vuelve
coherente, pues algo sin propósito merece existir? O bien ¿algo sin propósito
existe?.
Y por supuesto, este motivo para vivir es tan
fluctuante como el motivo para morir para quienes lo requieren. Las
convicciones de hoy no serán las de mañana, ya sea porque tus ojos ven más
profundamente o tus experiencias han llenado los vacios que antes pasabas por
alto.
Quienes necesitan un motivo para morir.
Quienes necesitan un motivo para vivir.
Mi caricatura es hablar de ojos tristes u ojos
felices. Lo cierto es que la pena o alegría está presente en todos. Ver la vida
con optimismo o amargura está presente en ambos. Alguien puede carecer de todo
apego a la vida y jamás haber sufrido por ello, en cambio pone su vida en juego
en cada oportunidad, pues carece de posesión por su propia vida. Están quienes
aspiran ansiosamente a ser un elemento valioso para el sistema y morir viejos y
en familia, pero la angustia o fracaso los puede llevar a depresiones igual de
profundas que las existencialistas.
Esto no es una pauta para el dolor o la felicidad, es
una pauta para La Duda.
Porque al final de este análisis, notas que solo uno
de estos grupos estaría dispuesto a aceptar que toda su vida pudo ser un
engaño, que toda estructura social pudo estar en error, y la hipocresía no
requiere de consciencia para estar incrustada en la identidad humana.
Quien requiere de un "motivo para vivir" está demandando coherencia al Gran Guión.
(Convenceme)
Están quienes requieren de un motivo para cerrar el libro, terminar el camino, y quienes demandan un motivo para recorrer el camino.
Están quienes requieren de un motivo para cerrar el libro, terminar el camino, y quienes demandan un motivo para recorrer el camino.
(Convenceme)
Y a donde nos lleva esto?
Pues a ninguna parte.
"El deseo de que algo fulmine a la normalidad" es un
motivo para vivir,
Y como he dicho, estos motivos de gran fuerza, la
misma fuerza y convicción que pueden llevar a un ideólogo o un guerrero a dar
su vida, tras el paso de los años y las experiencias puede titubear. Pero es
bueno, es bueno dudar, porque justamente ese es el leitmotiv de este tipo de
personas, la duda en si.
Acá mismo hay otra dualidad para clasificar personas,
la de Dostoyevski ; Criminales y Ovejas.
Y otra que recuerdo; ”Hay quienes creen estar en una
guerra, y quienes no saben que hay una.”
El motor para vivir de cada persona es diferente, lo
que va tranzando en su vida para soportar o lidiar con el paso del tiempo. Los
hábitos que va incorporando y sin notarlo va adquiriendo ya no como algo
negociable, sino como algo natural. El tiempo va borrando las huellas, va
decorando las cicatrices, va justificando los errores en experiencias, y
alterando las memorias; la paradoja de teseo.
El paso del tiempo va haciendo mucho en su camino, y
cuesta reconocer, diferenciar, entre la experiencia y la resignación.
Cuesta reconocer cuando una flama dejó de arder, o
bien simplemente habíamos dejado algo oculto bajo la alfombra o en el closet.
Pero ahí, de pronto, lo que es fragmento de tu parte
“soñadora” sale a la luz, y con algo de suerte… con algo de suerte la aventura
reiniciara.
(primero contando los pasos dados como un cuento clásico... y sin sin notarlo improvisando en el relato)
(primero contando los pasos dados como un cuento clásico... y sin sin notarlo improvisando en el relato)
No vale la pena ignorar …..
Mamilahpinatapai.
Hay que arriesgarse.
No solo vivir para la contemplación..
alcanzar la creación.
La música no se logra observando un instrumento.
Hay que arriesgarse.
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Ha pasado mucho tiempo ya
De experiencias y meditaciones,
De probabilidades e incertidumbres
Planes hecho arena
Brotes entre los adoquines
Calles estrechas, silencios cómodos
Prosopagnosia con el propio reflejo
Rotoscopia de los recuerdos
Ecos de lo que nunca había que olvidar... supuestamente.
El deja vu constante de encontrarse....
El deja vu constante de encontrarse....
Vamos...
No fastidies..
Por favor..
Cinco minutos más para soñar.
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Volumen Dos - Duda
Volumen Tres - Forma y Vacío
Leitmotiv
Volumen Cuatro - Misantropía
Tamiz
Obsolescencia
Hipocresía
Falsa Resiliencia
El Arquitecto, El Ingeniero y El Maquinista.
Volumen Cinco - La máquina de Rube Goldberg
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Finale.
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